El siguiente texto es una cita parcial de la nota "Concepto de yo" aparecida en el número 39 de 2009 de la revista Mente y Cerebro, y me ha llamado la atención leerlo una semana después de ser padre, porque había estado notando un cambio anímico que apuntaba en esa dirección:
[Jennifer Pfeifer, de la Universidad de Oregón] agrega que, en los adultos, se aprecia más actividad en las regiones cerebrales vinculadas con la conservación de conocimientos sobre uno mismo. "En lugar de dedicarse a pensar una y otra vez en quienes son, los adultos recurren a lo que ya saben sobre si mismos", explica. "Pero mientras que estas áreas dedicadas a la introspección puede que sean más activas en la adolescencia, el proceso se registra en el curso de la vida entera. Se da en las mentes de adultos cuando éstos ingresan en estadios vitales que les son nuevos, por ejemplo, con la paternidad".
Interesante información que invita a reflexionar un tanto sobre la paternidad, pero sobre todo en si a medida que nos hacemos mayores, solo nos paramos a preguntarnos quién realmente somos en momentos de crisis como la jubilación, la viudedad o algún otro cambio importante.
PD: Resulta un tanto recursivo hablar de este artículo (introspección) en este tono (introspectivo), pero creo que eso solo lo hace más divertido.
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