"Cuenta Tony Buzan en su interesantísimo El libro de la lectura rápida la historia de Antonio di Marco Magliabechi: nacido en una familia pobre no pudo asistir a la escuela y aprender a leer, debiendo ya desde pequeño trabajar como ayudante de un frutero... En los pocos ratos libres en que no había clientes, Antonio se dedicaba a intentar descifrar los textos de los periódicos que se usaban para envolver la fruta que vendían; y en cierta ocasión un cliente habitual, librero de profesión, viendo los inútiles esfuerzos del chico, decidió tomarle como aprendiz y enseñarle la escritura...
Antonio resultó ser un alumno aplicado, dotado con una asombrosa capacidad de memorizar casi cualquier texto leído -algo que hacía con gran rapidez... Intrigado por tan sobresalientes cualidades, el librero puso a prueba a Magliabechi: le dio a leer un libro y, pocos días después, fingió haberlo perdido y le pidió al chico que le contase todo cuanto recordase de la lectura... Para asombro del librero, Magliabechi reecribió el libro entero, cada punto y coma, como si hubiese tenido a mano un original del que poder hacer la copia...
Pasaba el tiempo y Antonio aprendía a leer cada vez más rápido, y a memorizar cada vez mayor cantidad de libros: eruditos de diversos campos se acercaban a él con la esperanza de aprender su "truco" (si es que existía), y cada vez que le preguntaban sobre algo, Magliabechi respondía repitiendo al pie de la letra lo memorizado de algún libro...
Precedido por su increíble fama, decidió contratarle como su bibliotecario personal el duque de Toscana, cuyo número de volumenes era tan ingente que Antonio decidió ampliar aún más su velocidad de lectura, hasta tales niveles que, según afirman testimonios de la época, era capaz de leer -y memorizar- una página entera con apenas una o dos fijaciones visuales... Al cabo de unos años, Magliabechi había memorizado el contenido de toda la biblioteca...
Dicen que, al encontrarse postrado en la cama durante los días finales en su vejez, leía libros a razón de media hora cada uno, no dejando de hacerlo hasta finalmente morir...
Hay un artículo sobre este personaje en la Wikipedia en inglés [wikipedia.org], a ver si alguien se anima a traducirlo/ampliarlo... :)--"
Una historia francamente increible y extraña. Casi me da envidia...
1 comentario:
Había hace la tira de años un programa en televisión que se llamaba "Planeta Imaginario" (http://cuentalo.bitacoras.com/archivos/2005/12/03/el-planeta-imaginario)
En él, había un personaje que me impacto, que aún recuerdo y que siendo niño, y no tan niño, en la universidad por pura rabia y como forma de desestresarme, emulé.
Se llamaba el Lector Vampiro.
Este personaje solía morder los libros como un vampiro muerde el cuello de sus víctimas, y en vez de chuparle la sangre, lo que hacía era "chupar" el contenido, dejando el libro en blanco y pasando todo el contenido a su memoria.
Eso si que daba envidia ;-D
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