La historia resumida es como sigue:
- Dos llamadas al 123 para informarme sobre precios y condiciones de los bonos de datos para poder navegar via móvil (o Palm :-) pagando mi empresa.
Resultado: en ambas llamadas (dos teleoperadores diferentes) me intentaban convencer de que para usar el servicio necesitaba una tarjeta SIM diferente a la que uso normalmente. Gracias a dios, mi compañera de trabajo ya había tenido una mala experiencia al respecto y me indicó que hiciera caso omiso de cualquier información que me hubiesen dado y directamente contratase el bono deseado. - Tres llamadas al 123 para tratar de averiguar la cantidad de datos consumidos hasta el momento, con la intención de no pasarme de datos.
Resultado: un teleoperador me colgó, otro no tenía ni idea de lo que era un bono de datos y tuve que colgar (despidiendome antes, no como el anterior teleoperador), y el tercero me dió unas indicaciones que no me sirvieron absolutamente para nada, por lo que deduzco que se las inventó. A día de hoy procuro no navegar demasiado para no pasarme y punto aunque reconozco que seguramente podría mirar yo mismo el tema si tuviese tiempo y ganas pero ¿para que tienen un call center entonces?.
- Dos llamadas al 123 (este domingo, esque no escarmiento) para informarme sobre las nuevas tarifas de los bonos de Vodafone. Vodafone me había enviado una carta con un aviso de que iban a darme más megas en el bono por el mismo precio. Eso sí, debía solicitarlo en el 123. Al no tener a mano la publicidad, se me ocurrió llamar.
Resultado: ellos no tenían constancia de ningún cambio de volumen de datos o de precios en los bonos de datos. Así que tuve que revolver la casa en busca del dichoso papel, y llamar de nuevo. Esta vez, todo sea dicho, debí dar con el teleoperador más enterado de todo el (maldito) servicio que me desvió sin ningún problema al departamento adecuado, donde me realizaron la actualización del bono a los nuevos precios.
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