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domingo, agosto 19, 2007

Nicolás Maquiavelo



Nicolás Maquiavelo.
La sonrisa de Maquiavelo.
Maurizio Viroli.

De la contraportada:
Nicolás Maquiavelo, Itália, Florencia 1469 – 1527.

Político y escritor italiano. Tras completar su formación humanística, entró al servicio de la cancillería de la república florentina. Importante pensador, el centro de sus reflexiones es la constitución y conservación de los estados, las virtudes de los individuos y las cualidades del pueblo. Los principios de su pensamiento quedaron expuestos en El Príncipe (1513).

Conseguí este libro de la biblioteca de mi novia casi accidentalmente, y lo tomé prestado sabiendo que la figura de Maquiavelo siempre ha aparecido asociada a la tiranía y el gobierno autoritario de un monarca, representando en el imaginario colectivo la imagen de consejero de reyes ávidos de poder y faltos de escrúpulos. No es esta la imagen que nos muestra el libro de Mauricio Virola, que cuenta página a página la historia de un hombre inteligente, generoso y observador, que deseaba con fervor lo mejor para su ciudad y su patria (una Italia desunida e inmersa en guerras y vendettas internas) y que amaba la república y el gobierno justo del pueblo tanto como a su propia vida. Quizá no demasiado hogareño ni amante de la familia pero que dedicó su vida a las grandes cuestiones de estado (cuando se lo permitieron) sin descuidar a su mujer e hijos.

A medida que se avanza en la lectura de este pequeño libro (240 páginas), vamos conociendo las circunstancias políticas y sociales que rodearon a Nicolás, diversos episodios de su vida narrados por el mismo en sus cartas o vistos a través de otras personas que estuvieron allí y nos dejaron constancia de ello. Hay diversos pasajes en los que asistimos a las negociaciones del entonces Secretario de la República de Florencia (nuestro Nicolás) con el rey de Francia (Luis XII) o el Valentino (mejor conocido como César Borgia), conocemos las penalidades que sufre al ser expulsado de la política por los Médici y encarcelado bajo la sospecha de ser un conspirador, los viajes que le llevaron por toda Italia a negociar diversos tratos políticos o más prosáicos bajo encargo de mercaderes y sus proyectos de una Italia fuerte, un ejercito de ciudadanos y un gobierno republicano por el pueblo y para el pueblo.
Normalmente cito pasajes de los libros que comento y no será esta la excepción, pero quiero advertir a futuros lectores que hay demasiados pasajes interesantes y extensos en este que merecen la pena ser leídos y sobre los que bien podríamos todos meditar y aprender así que tómense estas citas como una mínima muestra de lo interesante de este libro. Ahí van.

Al hilo del saqueo de Prato a manos de los españoles y que precipitó el fin de la república en Florencia (por alguna razón me viene a la cabeza el GAL):
"Soderini no supo dictar las medidas extraordinarias que la gravedad de la situación requería; se lo impidieron su bondad de ánimo y su profunda honradez. Como hombre merecía respeto y admiración; como político, una condena inapelable porque la consecuencia de sus decisiones fue el derrumbe de la República."

Maquiavelo hablando sobre los partidarios de los Medici y enemigos de la Republica y la actitud e inocencia de Soderini para con ellos:
"La maldad no es vencida por el tiempo ni la aplaca obsequio alguno"

Comentando Maurizio, la obra de El Principe (y que me recuerda al tema de Cajas y funcionariado en España):
"Con igual falta de prejuicios deja de lado también la doctrina según la cual el príncipe ha de ser generoso, cubrir a sus amigos de obsequios y beneficios, y vivir suntuosamente. Un príncipe que quiera seguir este consejo y ganarse la reputación de 'liberal', terminará consumiendo todos sus haberes por beneficiar a unos pocos. Para conservar su reputación tendrá entonces que pesar sobre el pueblo con impuestos, 'ser fiscal'. Estas medidas lo volverán odioso y poco estimado, con gran peligro para su principado. Por lo tanto es más sabio, concluye, 'soportar el nombre de mísero, portador de una infamia sin odio' que 'por querer el nombre de liberal tener que necesitar incurrir en el nombre de rapaz, que origina una infamia con odio'".

Hablando de principados y repúblicas (y me recuerda que en España la natalidad desciende entre los nativos y se mantiene o mejora por la inmigración):
"Los pueblos crecen porque los ciudadanos traen de buena gana hijos al mundo, dado que confían en poder mantenerlos y saben que 'nacen libres y no esclavos' y que si son buenos ciudadanos y se distinguen por sus virtudes, podrán ser elegidos para los mas altos cargos de la República".

Espero que a raíz de esta entrada, alguno se anime a leer algo de este gran pensador y juzgar por si mismo.

Próximo libro (si se deja pronto de terminología ideológica comunista): "Stalin"

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